domingo, 14 de noviembre de 2010

UN TIPO RARO

Debo reconocer que soy un tipo raro. Un especímen que aún no está suficientemente asentado. Al menos en mi entorno más próximo. Me voy a explicar: en casa yo nunca "ayudo" a mi mujer. Pero nunca, entre otras cosas, mi mujer en casa no necesita ayuda. Yo en mi casa comparto las tareas, especialmente las relacionadas con los hijos, en la misma medida e intensidad que mi mujer. En ese sentido yo no "ayudo", sino que soy corresponsable de las tareas referentes a los niños.

Y esto me hace difícil las relaciones sociales con los otros padres. No por maldad de ellos, ni porque yo soy mejor que ellos ni ellos mejores que yo; nuestras prioridades son distintas. Así, yo nunca puedo quedar a media tarde para hacer deporte. ¿Y qué hafgo con los niños? ¿Me los llevo puesto? ¿O dejo a la Parra para que mientras da un bibe a uno con una mano, cambia el pañal del otro con otra mano y confía en que los otros tres se portarán bien... no es posible. La cena no es responsabilidad de la Parra. Ni mia. Es de los dos. Pero en la misma medida.

Por eso es difícil hacer migas con un padre de alguno de los hijos de mis hijos, porque el padre -habitualmente - tiene otras prioridades. Pero así es la vida. Muy rica en matices.

Y por hoy nada más. Mañana será otro día. Hasta mañana.

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