viernes, 5 de noviembre de 2010

LA VISITA

No se entiende muy bien que la visita del Papa tenga tanta polémica. Salvo que mientras hablamos de la visita no hablamos de la crisis. No lo se. Pero desde luego es un absurdo tanta tontería.

Pero el problema de las tonterias es que siempre te ocupan espacio: espacio de papel para contestar y espacio de tu mente para desmontar los argumentos. Y pierdes tiempo y esfuerzo.

Da la sensación de que los católicos tengan que pedir perdon por existir, que tengan que pedir perdón porque "la visita es muy cara y se derrocha dinero", argumento falaz donde los haya, porque sabe que va a la sensibilidad de los católicos.

Pero bueno, pique o no pique, el Papa viene a vernos. Lo importante -que no se nos olvide- es lo que nos quiere decir. Que no se nos olvide. Ni siquiera es importante el número de personas que le han visto, sino lo que nos quiere decir. No sea que al final discutamos también sobre el número de asistentes y no hablemos sobre el contenido de sus palabras. Eso es muy nuestro también...

Hasta mañana. A pasarlo bien.

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