domingo, 21 de noviembre de 2010

SINCERIDAD

Hoy hemos estado de conviviencia en el colegio. Y allí todos se juntan. Todos los de la clase. Lo buenos, los que te caen bien, los que te caen regular, los que no te caen.... porque no con todo el mundo te llevas bien.

El problema es cuando no te cae bien alguien y lo haces público. Lo criticas en público. Entonces te retratas. Porque claro, siempre te quedará la duda de "¿y de mi que dirá éste cuanod no estoy delante?". Y más cuando ves como trata al que hace dos dias ponía a caer de un burro. Y te entran más dudas todavía, porque ves que no hay ninguna diferencia entre cómo te trata a tí y como trata al que ayer ponía a "parir".

Está claro que no a todos caemos bien. Pensar otra cosas es una tontería. Los caractéres y las situaciones son muy distintas y dispares y no a todos gustamos. Menos aún cuando uno no es uno, sino uno y sus circunstancias; es decir su mujer, sus hijos, etc.

Pero una cosa es que no todos te caigan igual de bien y otra muy distinta es criticar la forma de vida, o la forma de actuar de los demás. No somos quién para juzgar a los demás, y menos aún para emitir una valoración negativa de nadie.

Ya lo decía aquel santo y sabio: "Si no tienes nada bueno que decir, mejor cállate".

Es mejor pasar por tonto que por criticón. Porque si criticas, ya lo he dicho, los demás siempre tendrán la duda de cómo los valoraras a ellos, y se perderá la sencillez en el trato.

Y después de semejante disertación, me despido. Hasta mañana. Que paseis un buen día.

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