La gente se está volviendo loca. Como tasadores, la Parra y yo, estamos observando cómo todo el mundo anda como loco a la compra de la vivienda antes de que se termine la desgravación fiscal. Todo el mundo que tiene dinero, y que el banco le concede un crédito.
Es curioso, porque antes te daban con la compra del piso, un crédito con el que te comprabas el piso, el coche y amueblabas tu nueva vivienda. Ahora no. Ahora compras el piso y tienes que dar de garantía el piso que compras, el coche, el piso de un hermano y tu piso antiguo. Son cosas de la crisis.
Me acaba de llamar un amigo. Inician un expediente de regulación de empleo, en el que van a despedir a 25 personas porque la comunidad autónoma para la que trabaja su empresa, no paga. Pero no paga, no cuatro euros, sino dos millones de euros a una empresa que factura en el año diez millones. Y claro, como no pagan no hay dinero para los sueldos.
Son las cosas de la crisis. Cosas para apretar los dientes y aguantar. Pero con alegría. Total la crisis con cabreo o sin él, va a seguir ahí, por lo que más vale ser pobre pero feliz, alegre. Todo lo demás pasa.
Y por hoy nada más. Otro día seguimos.
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