jueves, 27 de enero de 2011

JUAGANDO AL PADLE

Me ha pasado una cosa curiosa jugando al padle. o primero que tengo que decir, es que no tengo ni idea de jugar a este deporte. Pero soy deportista y no suelo ser muy malo en los deportes que practico.

Los padres de mi hija mayor han organizado una partida semanal. Y la Parra, siempre atenta a que haga deporte me incluyó en dicha partida. Total que somos cuatro para jugar.

El partido de hace una semana se desarrolló de un modo catastrófico: jugamos dos -en teoría mejores- frente a los otros dos. Mi pareja, gran jugador de padle, se dedicó durante todo el partido a machacarme sobre lo que debía o no hacer, dónde ponerme, como colocarme y afearme mis puntos perdidos. total que nos ganaron el partido por mucho. Y encima me dio un tirón en el aduptor que me hizo bastante daño.

Ayer volvimos a jugar. yo intenté buscar un sustituto, sobre todo para no dejar colgados a los demás si se repetía la lesión. Pero nadie pudo. Me presenté en el campo, dispuesto a dar todo de mí, hasta que la lesión se repitiese y acabara con el partido.

Pero mi compañero de padle, se dedicó a suplirme. En el fondo, asumió que no podía esperar nada de mí, porque bastante hacía con estar allí, jugándome el físico por no dejarle colgado. Y se dedicó a animarme, a luchar, a pensar en cómo ganar. Y les dimos una paliza descomunal.

Siempre es mejor animar que machacar. En el deporte, en la educación, en todos los ámbitos. Es mejor ser positivo, buscar las virtudes para apoyarnos en ellas, antes que restregar los defectos, que sólo nos hunden un poco más. Siempre una palabra de ánimo consigue más que todos los reproches del mundo.

Hasta otra ocasión. Ciao.

No hay comentarios:

Publicar un comentario