Los políticos son como los niños pequeños cuando discuten de sus padres. Eso antes. Ahora discuten los que tienen padres, que hay muchos que no tienen.
Siempre prometen lo que no pueden dar, y nosotros como unos bobalicones, nos las creemos a pies juntillas, porque lo que nos queda en estos tiempos es soñar.
Uno ve las campañas electorales, ve a los políticos y piensa: "pues son buena gente, la verdad". Y luego, cuando ya son elegidos, la primera noche, siempre dicen: "soy el nuevo presidente/alcalde/loquesea de todos y voy a gobernar para todos".
Al día siguiente comienza a "gobernar para todos" y si es de derechas da una subvención a la Asociación de Víctimas del Gobierno del PSOE (AVGP) y si es de izquierdas da la subvención a las Asociación de Víctimas de la Opresión del Empresario". Y de las otras se olvida. Y claro, gobierna para "todos los que son como él".
El político es un animal de supervivencia que en primer, segundo y tercer lugar piensa en él. Luego, ya verán.
Eso porque no hay listas abiertas. Si existiesen, otro gallo cantaría. Seguro.
Por hoy nada más. Eso que te preocupa de momento importa más o menos. Lo que verdaderamente importa es que seas feliz que te salves. Hasta otro día.
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